Día de acción climática

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Este sábado 24 de Octubre tendrá lugar el día de acción por el cambio climático: una ola mundial de eventos extraordinarios que demostrarán a los líderes el aliento, el poder y la claridad creciente del movimiento climático global.
El evento - organizado por 350 - unirá a más de 172 países con 4396 acciones climáticas ciudadanas que se convertirá, en la movilización ambiental, más importante de los últimos años. Desde Tijuana hasta Tierra del Fuego, hay más de 550 eventos en América Latina.
El objetivo de la acción es demandar a los líderes políticos y tomadores de decisión la necesidad de promover un acuerdo decisivo y medidas efectivas, para reducir los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera a 350 partes por millón de los actuales 390.
En diciembre de este año, la mirada del mundo estará puesta en la ciudad de Copenhague, Dinamarca donde se llevará a cabo la 15ª Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Allí los gobiernos de todo el mundo se reunirán para crear el próximo tratado global – para el período 2012 -2020 - sobre cambio climático que reemplazaría el actual Protocolo de Kyoto.





fervor de Buenos Aires, de mi Buenos Aires querido

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Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más penas ni olvido.
El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su inquieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.

Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
oigo la queja de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires, tierra florida
donde mi vida terminará.

Bajo tu amparo no hay desengaño
vuelan los años, se olvida el dolor.

En caravana los recuerdos pasan
como una estela dulce de emoción,
quiero que sepas que al evocarte
se van las penas del corazón.

Las ventanitas de mis calles de Arrabal,
donde sonríe una muchachita en flor;
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.

En la cortada más maleva una canción,
dice su ruego de coraje y de pasión;
una promesa y un suspirar
borré una lágrima de pena aquel cantar.

Mi Buenos Aires querido....
cuando yo te vuelva a ver...
no habrá más penas ni olvido...

Esta cancion la asosie con el libro de poemas: Fervor de Buenos Aires, ya que ambos autores sienten un fuerte amor por la ciudad de buenos aires. Borges cuenta su vuelta a su querida ciudad y lo mucho que la disruta. Carlos Gardel muestra su tristeza por dejar su "buenos aires querido", como imagina que sera cuando vuelva a verla y lo que espera encontrar a su vuelta. Los dos desean estar en buenos aires y disfrutarla.

Calle Desconocida-Jorge Luis Borges

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En CALLES DESCONOCIDAS, Jorge Luis Borges describe a una calle ignorada, muy ancha con colores del cielo y cubierta de casas alrededor. Esperando a que esta reviva haciéndola real, como si algo olvidado recobrara vida.





CALLE DESCONOCIDA



Penumbra de la paloma
llamaron los hebreos a la iniciación de la tarde
cuando la sombra no entorpece los pasos
y la venida de la noche se advierte
como una música esperada y antigua,
como un grato declive.
En esa hora en que la luz
tiene una figura de arena,
di con una calle ignorada,
abierta en noble anchura de terraza,
cuyas cornisas y paredes mostraban
colores blandos como el mismo cielo
que conmovía el fondo.
Todo —la medianía de las casas,
las modestas balustradas y llamadores,
tal vez una esperanza de niña en los balconesentró
en mi vano corazón
con limpidez de lágrima.
Quizá esa hora de la tarde de plata
diera su ternura a la calle,
haciéndola tan real como un verso
olvidado y recuperado.
Sólo después reflexioné
que aquella calle de la tarde era ajena,
que toda casa es un candelabro
donde las vidas de los hombres arden
como velas aisladas,
que todo inmediato paso nuestro
camina sobre Gólgotas.




http://www.ojodigital.com/foro/attachments/paisajes/19376d1206399384-solitario-paisae.jpg


En relacion con el texto, la imagen nos muestra un pasto verde que lo relacione al momento del texto en que Borges habla de que la calle recobra vida haciendola real y el desierto al mometo en que luego de reflexionar se da cuenta que la calle le parecia ajena como velas aisladas. También el árbol representa a la calle ignorada y solitaria la cual hace referencia el texto.


Comparación del poema elegido

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Este es mi trabajo sobre la comparación que había que hacer con el poema elegido y una foto/obra de arte/canción.

El libro que elegí fue "20 poema de amor y una canción desesperada", de Pablo Neruda.

Poema elegido: Me gustas cuando callas...



Lo compare con la siguiente imagen:
Relaciono mucho esta imagen con este poema, ya que muestra a una mujer, que se la ve cálida, callada, como tranquila.
Se puede observar una oscuridad en la foto que la interpreto como si fuera de noche y claramente hay mariposas, que rodean a la mujer. En el poema él la describe como "mariposa de sueño".
Noto a la mujer como triste, como que no puede llegar a su amado, que se siente atrapada en algún lugar.
Y Neruda escribe su sufrimiento por no estar cerca de ella.

Poeta en Nueva York

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En este libro Lorca habla sobre la deshumanización que encuentra en Nueva York, basándose en los negros, a quienes ve tratados como una raza rechazada. Critica a los ris y a la ciudad en poemas como ‘El rey de Harlem’, ‘New York oficina y denuncia’ o ‘Panorama de Nueva York’. A pesar de que cuesta identificar una progresión narrativa debido a lo abstractos que son sus poemas, cerca del final del libro estos se tornan más alegres, y hasta llegan a integrar más “ritmo”. Lorca demuestra su sensibilidad hacia las personas débiles, los apartados que sufren en la ciudad, provocando en él una conmoción violenta, resaltando la injusticia social que vivió en Nueva York.

EL REY DE HARLEM

Con una cuchara
arrancaba los ojos a los cocodrilos

y golpeaba el trasero de los monos.
Con una cuchara.

Fuego de siempre dormía en los pedernales,
y los escarabajos borrachos de anís
olvidaban el musgo de las aldeas.

Aquel viejo cubierto de setas
iba al sitio donde lloraban los negros
mientras crujía la cuchara del rey
y llegaban los tanques de agua podrida.

Las rosas huían por los filos
de las últimas curvas del aire,
y en los montones de azafrán

los niños machacaban pequeñas ardillas

con un rubor de frenesí manchado.

Es preciso cruzar los puentes
y llegar al rubor negro
para que el perfume de pulmón
nos golpee las sienes con su vestido
de caliente piña.

Es preciso matar al rubio vendedor de aguardiente
a todos los amigos de la manzana y de la arena,
y es necesario dar con los puños cerrados
a las pequeñas judías que tiemblan llenas de burbujas,

para que el rey de Harlem cante con su muchedumbre,
para que los cocodrilos duerman en largas filas
bajo el amianto de la luna,
y para que nadie dude de la infinita belleza
de los plumeros, los ralladores, los cobres y las cacerolas de las cocinas.

¡Ay, Harlem! ¡Ay, Harlem! ¡Ay, Harlem!
No hay angustia comparable a tus ojos oprimidos,

a tu sangre estremecida dentro del eclipse oscuro,
a tu violencia granate sordomuda en la penumbra,
a tu gran rey prisionero, con un traje de conserje.

Tenía la noche una hendidura

y quietas salamandras de marfil.
Las muchachas americanas
llevaban niños y monedas en el vientre,

y los muchachos se desmayaban
en la cruz del desperezo.

Ellos son.
Ellos son los que beben el whisky de plata
junto a los volcanes
y tragan pedacitos de corazón
por las heladas montañas del oso.

Aquella noche el rey de Harlem,
con una durísima cuchara
arrancaba los ojos a los cocodrilos

y golpeaba el trasero de los monos.
Con una cuchara.
Los negros lloraban confundidos
entre paraguas y soles de oro,
los mulatos estiraban gomas, ansiosos de llegar al torso blanco,
y el viento empañaba espejos

y quebraba las venas de los bailarines.

Negros, Negros, Negros, Negros.

La sangre no tiene puertas en vuestra noche boca arriba.
No hay rubor. Sangre furiosa por debajo de las pieles,
viva en la espina del puñal y en el pecho de los paisajes,
bajo las pinzas y las retamas de la celeste luna de cáncer.

Sangre que busca por mil caminos muertes enharinadas y ceniza de nardos,
cielos yertos, en declive, donde las colonias de planetas
rueden por las playas con los objetos abandonados.

Sangre que mira lenta con el rabo del ojo,
hecha de espartos exprimidos, néctares de subterráneos.
Sangre que oxida el alisio descuidado en una huella
y disuelve a las mariposas en los cristales de la ventana.

Es la sangre que viene, que vendrá
por los tejados y azoteas, por todas partes,
para quemar la clorofila de las mujeres rubias,
para gemir al pie de las camas ante el insomnio de los lavabos
y estrellarse en una aurora de tabaco y bajo amarillo.

Hay que huir,
huir por las esquinas y encerrarse en los últimos pisos,
porque el tuétano del bosque penetrará por las rendijas

para dejar en vuestra carne una leve huella de eclipse
y una falsa tristeza de guante desteñido y rosa química.

Es por el silencio sapientísimo

cuando los camareros y los cocineros y los que limpian con la lengua
las heridas de los millonarios
buscan al rey por las calles o en los ángulos del salitre.

Un viento sur de madera, oblicuo en el negro fango,
escupe a las barcas rotas y se clava puntillas en los hombros;
un viento sur que lleva
colmillos, girasoles, alfabetos
y una pila de Volta con avispas ahogadas.

El olvido estaba expresado por tres gotas de tinta sobre el monóculo,

el amor por un solo rostro invisible a flor de piedra.
Médulas y corolas componían sobre las nubes
un desierto de tallos sin una sola rosa.

A la izquierda, a la derecha, por el Sur y por el Norte,
se levanta el muro impasible
para el topo, la aguja del agua.
No busquéis, negros, su grieta
para hallar la máscara infinita.
Buscad el gran sol del centro
hechos una piña zumbadora.
El sol que se desliza por los bosques

seguro de no encontrar una ninfa,
el sol que destruye números y no ha cruzado nunca un sueño,
el tatuado sol que baja por el río

y muge seguido de caimanes.

Negros, Negros, Negros, Negros.

Jamás sierpe, ni cebra, ni mula
palidecieron al morir.
El leñador no sabe cuándo expiran
los clamorosos árboles que corta.
Aguardad bajo la sombra vegetal de vuestro rey
a que cicutas y cardos y ortigas tumben postreras azoteas.

Entonces, negros, entonces, entonces,
podréis besar con frenesí las ruedas de las bicicletas,
poner parejas de microscopios en las cuevas de las ardillas

y danzar al fin, sin duda, mientras las flores erizadas
asesinan a nuestro Moisés casi en los juncos del cielo.

¡Ay, Harlem, disfrazada!
¡Ay, Harlem, amenazada por un gentío de trajes sin cabeza!
Me llega tu rumor,
me llega tu rumor atravesando troncos y ascensores,

a través de láminas grises,
donde flotan sus automóviles cubiertos de dientes,
a través de los caballos muertos y los crímenes diminutos,
a través de tu gran rey desesperado
cuyas barbas llegan al mar.

En este poema se habla de Harlem, un Barrio de Nueva York en el cual viven pe

rsonas de la raza negra

(de clase media/ baja). Lorca cuenta a través del poema la situación de la raza negra.

En mi opinión, en una primera parte se menciona a un rey de Harlem, persona cruel y de mucho poder (en

mi opinión representa a la raza blanca con

poder) maltrata y se aprovecha de los monos

y cocodrilos (aquí, los negros están representados como animales, mostrando su mala condición de vida y

debilidad) arran

cándoles los ojos y

golpeándolos con una cuchara, privándolos de las mínimas condiciones de salud e higiene. Razón por la cual se enfentran.

El poema lo relacione con la

imagen de Martin Luther King, ya que fue una importante persona que luchó por los derechos civiles

de la raza negra, en los Estados Unidos.

Estados Unidos.

Publicado por Federico Kakazu

Me gusta cuando callas...

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Autor Elegido: Pablo Neruda

Libro: "20 poemas de amor y una canción desesperada"




El tema de los poemas que escribe Pablo Neruda es sobre el amor. el mensaje que nos quiere transmitir es impreciso, transmite emociones y sentimientos, pretende explicar lo que recuerda, los sentimientos siempre pasan en el alma, nos dice que su vida es inútil, porque ama lo que no tiene, y siente distancia. Es una poesía que, describe un estado de animo, un sentimiento.
El libro está compuesto por una serie de poemas que, desde perspectivas diferentes, convergen hacia un único punto: el encuentro amoroso. A veces, es el canto a la presencia de la amada. Otras, la angustia de la ausencia. Pero con mas frecuencia el impulso amoroso se nos presenta como drama.
Entusiasmo y melancolía, deseo y tristeza, van mezclándose en una misma sustancia. Utiliza muchos términos con elementos de la naturaleza.


Poema elegido:

Me gustas cuando callas...
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieras volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estas como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


En este poema Pablo Neruda le habla a una chica a la cual "él" está enamorado.
Pero él habla sintiendo que la chica no se da cuenta de su existencia: "me oyes desde lejos y mi voz no te toca", como si él le hablara, pero siente que ella no lo escucha.
Habla también de su alma en el poema, dice que todas las cosas están llenas de su alma. Tiene una tendencia a la tristeza, un estado de pesimismo, depresión y falta de estímulos afectivos, puede parecer que está triste.
Compara a su enamorada, con la noche, que es callada y constelada. Así como la noche es silenciosa. Y precisamente como ella es la noche, su silencio es como una estrella, lejana y sencilla, las estrellas son apartadas y humildes. Después dice que ella es distante y dolorosa como si hubiera muerto y que con una sonrisa o una palabra alcanza para demostrar sus sentimientos.
Concluye el poema diciendo que está alegre, contento de que todo esto no sea cierto.


El Jazz en Poeta en Nueva York

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Es el trabajo de Gonza Szechter, pero no podía subirlo al blog con su cuenta, asi que acá está:


Análisis del poema:
NORMA Y PARAISO DE LOS NEGROS

II
LOS NEGROS
Para Ángel del Río.

NORMA Y PARAISO DE LOS NEGROS

Odian la sombra del pájaro
sobre el pleamar de la blanca mejilla
y el conflicto de luz y viento
en el salón de la nieve fría.

Odian la flecha sin cuerpo,
el pañuelo exacto de la despedida,
la aguja que mantiene presión y rosa
en el gramíneo tabor de la sonrisa.

Aman el azul desierto,
las vacilantes expresiones bovinas,
la mentirosa luna de los polos,
la danza curva del agua en la orilla.

Con la ciencia del tronco y del rastro
llenan de nervios luminosos la arcilla
y patinan lúbricos por agua y arenas
gustando la amarga frescura de su milenaria saliva.

Es por el azul crujiente,
azul sin un gusano ni una huella dormida,
donde los huevos de avestruz quedan eternos
y deambulan intactas las lluvias bailarinas.

Es por el azul sin historia,
azul de una noche sin temor de día,
azul donde el desnudo del viento va quebrando
los camellos sonámbulos de las nubes vacías.

Es allí donde sueñan los torsos bajo la gula de la hierba.
Allí los corales empapan la desesperación de la tinta,
los durmientes borran sus perfiles bajo la madeja de los caracoles
y queda el hueco de la danza sobre las últimas cenizas.



Este poema es escrito durante su estadía en la zona de Harlem en Nueva York, por más de que a veces se mezcle la realidad del tiempo en el cuento (algunos poemas en los que está en barco se encuentran después). Allí es testigo de las más terribles injusticias hacia los negros, perseguidos en esa época por el racismo norteamericano, expresando lo que ve en sus poemas. Narra, al igual que la mayoría de los poemas en su obra, lo que siente respecto a lo que ve.



El poema comienza refiriéndose, según mi propia interpretación, al odio a la libertad de la que gozaban los blancos (sombra del pájaro –libertad- sobre el pleamar de la blanca mejilla). En el mismo párrafo agrega además la contraposición entre la luz (caliente) y la nieve fría, que podrá interpretarse como si estuviesen aprisionados en un salón de nieve, y afuera de éste la libertad.

En el siguiente párrafo refiere al racismo, ya que este no tiene apariencia física, es un pensamiento. Esto molesta a los negros privándolos de su libertad (sonrisa) como una aguja (que los evita sonreír y les duele).

Describe claramente al sentimiento de libertad que anhelan (el cielo azul y las vacas, la luna como símbolo de una noche pacífica, y el agua en movimiento).

En este párrafo, describe lo incivilizados que eran considerados (aún usando la ciencia del tronco y del rastro) en contraposición a cómo son en realidad (un brillo que se asoma entre grietas de la opacidad de la arcilla), y como ellos lo saben (gustan su amarga saliva milenaria) son inteligentes y escurridizos (patinan lúbricos sobre la arena).

El propósito de su lucha es la sabrosa libertad (azul crujiente), pura (sin nada estorbando el azul), donde sus hijos (huevos de avestruz) vivirán por siempre, donde estarán tranquilos (se contraponen lo intacto y el movimiento de la lluvia, lo que se puede interpretar como algo estático, estable).

La libertad no tiene tiempos determinados para nadie, es igual en el momento que sea (azul de una noche sin temor de día). El viento corre libre y desnudo (símbolo de la libertad), y pasa a través de las nubes (tal vez en el momento en que se escribió el poema el autor podría estar viendo nubes con formas de camelo).

Es en la libertad donde dormirán tranquilos y morirán tranquilos, en paz (sueñan los torsos bajo la gula de la hierba). La tinta podrían ser ellos, que desesperados encuentran su hogar en el coral (los corales resguardan muchas formas de vida). Quien muere (durmientes) libre es enterrado dignamente (borran sus perfiles bajo la madeja de los caracoles –ataúdes- y quedan el hueco de la danza sobre las últimas cenizas –rastro de un entierro honorable).


Agregando a esta interpretación del poema, me pareció oportuna desde mi punto de vista, la relación con la música de los negros de la época, el jazz. Nacido en los barrios estadounidenses como Harlem, se convirtió en un género principalmente difundido por ellos, diferenciados socialmente durante los años 30 y décadas consiguientes. A partir de esto, mi búsqueda por una canción del estilo de la época derivó en Charlie Parker, y su obra Summertime, la cual resulta muy placentera para escuchar y de alguna manera permite a uno sentirse más “dentro” del poema y la situación en la cual se plantea a medida que uno lo va leyendo.

Espero que les guste,